Ya estoy aquí, amo. No puede ser. ¿Dónde está amo? Tenías que ser tú. Mi propio hermano. (Cadenas) De lo único que me avergüenzo es de compartir tu misma sangre. Acaba conmigo y déjame en paz. Gonzalo, Gonzalo. Lo que va a conseguir es enfermar. Quiero que salga de mi cabeza. No puedo más. (Relincho) SOLEDAD: ¿Soldados? Los franceses. Esos hombres vienen a ayudarnos a conseguir el trono. -Por fin las Españas tendrán un mejor destino. ¿Sabes dónde esta tu hijo? ¿Qué van a hacerme? ¿Dónde me llevan? Si te esfuerzas podrás oir sus sollozos. (Cadenas) Esa es la mirada que quería ver en tus ojos. ¿Quién anda ahí? Os habéis escapado. Estoy solo, me han soltado. ¿Y el amo y el chico? ¿En dónde los tienen? Están en la prisión de Santa Cruz. Me voy a Guipúzcoa. ¿Cómo que te vas? Solo el rey puede salvarle la vida. -Si no recuerdo mal, estamos a media legua de una fonda: 'Las tres hermanas'. Todos los capítulos de Águila Roja. No te pierdas ningún episodio de Águila Roja con FormulaTV. Aguila Roja - TVE1 (2009) RTVE. Águila Roja es una serie producida de Globomedia para toda la familia ambientada en el Siglo XVII e. Ver Entre fantasmas cápitulos completos online Entre fantasmas temporadas en español, latino, subtitulada gratis en tu celular Entre fantasmas flv sin limite de tiempo, capitulos de. ¿Quieres venir conmigo? (RELINCHA) La misma raza que su amo. Ya me tienes a mí. Cuando hayas muerto. (Palmas y pandereta) REY: ¿Qué clase de fonda? MALASANGRE: La mejor. -Extraordinariamente amables con el que se muestre amable con ellas. -Hay un último problema: El General Lorenzo de Alcolea queda al mando de la guardia del palacio. Nunca está solo. Yo puedo ayudar. Puedo alejarlo de sus guardias para que acaben con él. (Látigo) ¡Ah! Han apresado a mi amo. Saben que es el Águila Roja. 'Tal y como pactamos, la actual esposa del futuro Rey morirá'. Podíamos entrar por aquí, y llegar a la celda donde está encerrado. Le recuerdo que la prisión está rodeada de soldados. (Relincho) ¡Ah! ¡Querías matarme! (AZUZA AL CABALLO) ¡Ey! ¡Más aprisa, cochero! Pronto te verá un médico. ¡Quítame las manos de encima! ¡Tuve que hacerlo! Creí que querías matarme, pensé que. Después de que me cosan, ordena que me envíen a la prisión de Santa Cruz. Quiero ver cómo ajustician a Gonzalo de Montalvo. ¡Olvídate de él! ¡Es mi vida la que está en juego! ¡Tienes que hacer algo! Ya te he dicho que no sabía nada. Los franceses son mis aliados, los necesito para derrocar al Rey. ¿Vas a dejar que me maten? -Por aquí está bien. ¿No quiere que le acerque otro trecho? -Muchas gracias por traerme. No se preocupe, gracias. Prefiero volver a casa andando. Me vendrá bien. ¿Se puede saber por qué paramos ahora? Hemos atropellado a una mujer. ¡Por el amor de Dios! La que faltaba, ¿y ésta qué hace aquí ahora? Sube al pescante y vámonos. ¿No pensará dejarla aquí tirada? Va a morir de frío. ¡No podemos abandonarla! Tenga piedad. Está bien, está bien. Así no pasará frío. (Ladridos) (Puerta) (EL PERRO GRUÑE) (Ladridos y gruñidos) Se lo están comiendo, (LLORA) se lo están comiendo los perros, amo. ¡Esos hijos de puta han tirado el cadáver a los perros, amo! La bala que ha matado a Cipri era para mí, Sátur. (APENADO) Cipri ha muerto por salvarme la vida. No, amo, si busca un culpable, ése soy yo. (LLORA) ¿Pero por qué le mandaría que fuera mi escudero? ¿De qué estás hablando? De que yo le metí en la misión de encontrar a la señora. ¡Por mi puñetera culpa Cipriano fue a esa cabaña! ¡Por mi puñetera culpa se lo dijo a Alonso! ¡Y ahora, por mi culpa, está muerto! ¿Tú también sabías dónde vivía Margarita? ¿Por qué no me lo dijiste, Sátur? ¡Las cosas habrían sido distintas! ¡El final no hubiera sido este! Usted estaba. Estaba ahí en lo más profundo. Y si le llego a decir. Si se llega a enterar del estado de la señora. ¿Qué le pasa, Sátur? ¿Está enferma? (SUSPIRA) No exactamente. La señora está en estado. Está embarazada de otro que no es usted, amo. Ya sé que es difícil de asimilar. Esto le hace un roto a cualquiera, pero. Yo soy el padre, Sátur. ¿El padre de quién? El hijo que está esperando Margarita es mío. ¿Cómo que es suyo? Amo, usted tiene muchos dones, pero el de preñar sin tocar, no. Es mío, Sátur. (SUSPIRA) Ay, Dios mío. Ay, la leche. (SUSPIRA) (Chasquido del arma) Ay, Dios mío, amo. (CHISTA) Que el hijo era suyo. Que el hijo era suyo, amo. Voy a morir sin conocer a mi hijo, Sátur. ¡Y todo por culpa mía! ¡Por dudar de la castidad de la señora! ¿Pero cómo me se ocurre a mí pensar que la señora se había. Se había amancebado con otro que no fuera usted? La vida siempre nos ha alejado. Ahora me separa de mi hijo. ¡Usted tendría que acunar a ese bebé y yo tendría que ser su padrino! Ir con él hasta la pila bautismal. Voy a salir de aquí, Sátur. He estudiado enterito el torreón. Me conozco hasta las manchas del musgo. ¡Créame, es imposible huir de aquí! No voy a permitir que nadie me impida ver a mi hijo. Si como frase épica está muy bien. Pero en realidad la cosa está bien jodida. (Puerta) ¡Ah! ¿Qué le habéis hecho? ¡Hijos de perra! ¿Qué habéis hecho? ¡Hijos de perra! Mira lo que queda de tu amigo. Su olor te va a acompañar hasta que te maten. (APENADO) Vas a morir por lo que le has hecho. Todos vais a morir. ¿Y quién nos va a matar? (Puñetazo) (Cuerpo al suelo) (Música trepidante) ¡Nos cogen, amo, nos cogen! (Disparo) ¡Corre, Sátur, corre! (Puñetazo) (Látigo) ¡Corre, Sátur, corre! (Relincho) (Puñetazo) (Patada) Bájate, Sátur. ¿Se puede saber qué hace ahora? Que nos está siguiendo medio penal. Sátur, bájate. La madre que me parió. (AZUZA AL CABALLO) Seguirán las huellas de los caballos. No, si como idea me parece cojonuda, ¿pero qué vamos a hacer ahora sin caballos? ¿No vamos a ir caminando? No, Sátur, tengo que encontrar a mi hijo. Ay, Dios mío. Se me olvidó que el chico se había fugado por la cloaca. ¿Dónde estará ahora mismo? En el hogar de la única familia que le queda. ¿La cabaña de la señora? Espera, Sátur, hay algo en el camino. ¿Y eso qué importa? Nos están siguiendo las legiones. Podría ser una persona. ¡Qué persona! Eso es un cadáver que han dejado ahí. Tenemos que irnos. ¿Y si está herido? ¡Que ayude usted a los vivos, me parece bien, pero que lo haga con los difuntos, eso es pasarse de rosca! No sabemos si está muerto. ¡Qué muerto ni muerto, está remuerto! ¿No ve que está tieso? ¡Vámonos de aquí, ande! ¿No ve que aquí nos pueden ver? ¡Que estamos a camino descubierto! Tienes razón. REINA: ¡Ayúdeme! ¡Soy la Reina de las Españas! ¡No, no, por favor, no! (Patada) -¿Por qué los españoles son tan ruidosos? (EN FRANCÉS) Ya tenemos a la Reina. ¿Dónde está el heredero? -Está con su nodriza probándose los ropajes para el desfile. Me temo que el pequeño infante no llegará a estrenarlos. -¿Habéis decidido ya cuál va ser su destino? -Será algo digno de su condición. DUQUE: 'Pasará el resto de sus días encerrado. Terminará olvidando su nombre, su linaje. Hasta su propio rostro.' (EL NIÑO LLORA) (LLORA) -Triste final para el hijo del Rey Planeta. Aquí no se oye nada, el chiquillo no está. Pues alguien ha roto la ventana. Le habrán entrado a la señora. Si es que tendríamos que haber fijado un punto de encuentro, y no escaparnos así. ¿Qué has hecho? Pensaba que venían a por mí. ¡Sátur, Sátur! (RESPIRA CON DIFICULTAD) (TOSE) ¡Chist! -Déjala ahí, en el diván. (ADORMILADA) -¡Hum! ¿esta quién es? ¿Qué hace ahí repanchingada? -Me la he encontrado en el camino. FLORA: La chica es un bellezón. Y se nos ha ido una morena. Si no tuviera oficio. (ASUSTADA) -¿Dónde estoy? -En la Deleitosa, el mejor burdel de la Villa de Madrid. ¿qué hago aquí? Si yo estaba cruzando un camino. -¿Aviso a alguien para que venga? No tengo a nadie. -Vamos, criatura, una mujer tan guapa como tú, seguro que tiene un novio, o algún pretendiente. Ver Sailor Moon Online Latino Youtube ahí. (SUSPIRA) -Vivo sola. (CONFUNDIDA) Bueno pues. Gracias por salvarme, que ya me voy. Tienen ustedes una mancebía muy elegante. ¡El Águila Roja ha huido! -¿Se ha escapado? (RÍE) -Esta mañana. -¿Habían capturado al Águila Roja? -¿Pero tú dónde has estado, chiquilla? -Fuera de la comarca. ¿Quién es Águila, se sabe quién se oculta bajo su máscara? El Águila Roja es el hombre más bueno y generoso que existe. Pero ¿quién es? Su nombre es Gonzalo de Montalvo. (SORPRENDIDA) ¡Ah! (SOLLOZA) Sí. Era mi prometido. ¿Estoy curado ya, amo? Aún tienes la bala dentro. ¿Cómo que tengo la bala dentro? Conteste, diga algo por Dios. No está en un buen sitio. Pero usted me la puede quitar, ¿no? (PREOCUPADO) No puedo. (TRAGA SALIVA) Está tocando el corazón. ¿Cómo que el corazón? Si yo me encuentro bien. No te muevas. Si lo haces, podrías. Podrías morir. No puedo hacer nada, Sátur. No puedo ayudarte. Pero eso no puede ser, amo. Yo no puedo morir por una bala perdida. ¡Por un tiro errado! (MUY DÉBIL) ¡Ayúdeme! ¡Ayúdeme, amo! El único que puede salvarte es un médico, Sátur. Voy a ir a por él. Es la única opción. Si no lo hago, morirás. ¡Y si sale usted por esa puerta, volverán a cogerle! ¡Entre su vida y la mía, elijo la suya, amo! ¡Si da usted un paso más, me mato! ¡Le juro a usted que me muevo y me mato! El Cipriano sacrificó su vida por usted. Yo no quiero ser el culpable del final de su historia, amo. O me saca usted la bala o no me la saca nadie. (Aplausos) El trabajo es tuyo. No debes dejar que nadie se acerque a mí. ¿Has hablado ya con los franceses? ¡Gonzalo de Montalvo acaba de escapar de prisión! ¡Deja de pensar en él y piensa en tu esposa! Ni siquiera has sido capaz de decirme que me protegerás. Lo último que necesito ahora es escucharte gritar. ¡He dicho que te apartes! ¡Júrame que me defenderás, que no dejarás que me hagan daño! Voy a reunirme con el Duque de Beaufort. Hablaré con él. Vete de mis jardines. No tengo tiempo para hablar con antiguas criadas. No vas a ir a ningún sitio hasta que no me contestes. ¿Cómo te atreves? ¿Sabes dónde está Gonzalo? ¿Sabes si están bien? ¿Y por qué debería saberlo? Bueno, no hace demasiado tiempo te importaba lo suficiente como para romper una pareja, ¿ahora te da igual? (CON DESPRECIO) Eres. ¿Una ramera, arpía, zorra? Si vas a insultarme puedes probar hasta la palabra de cuatro letras. Ya me han llamado de todo. Y he aprendido a disfrutarlo. Siempre me he preguntado por qué me odiabas tanto. Pero ahora lo sé: Porque soy mejor que tú. Porque yo no intento hacerle daño a los demás. Tú desde que abres los ojos, lo único que quieres es machacar para sentirte más viva. (RÍE CON DESPECHO) No te mereces ni que te insulte. ¡Cuando muera, la historia me recordará! Tú no eres nadie. Te equivocas. Yo tengo esperanza, tengo algo por lo que luchar. ¿Luchar tú, por qué? ¿Por comer todos los días? Por darle el mejor de los futuros a mi hijo. Es de Gonzalo? ¡Ese niño nacerá y morirá pobre! ¡Lo criarás sola! (Búsqueda entre tarros) ALONSO: Padre. Solo he encontrado esto. Necesito unas tenazas para sacarle la bala. Hágalo con las manos, como sea, pero hágalo. Cuando le abra la herida debes agarrarle con fuerza. No se preocupe, amo, no pienso moverme. Te moverás aunque no quieras, Sátur. Sujétale, Alonso. Todo va a salir bien. No quiero que nadie llore, que todo va a salir bien. (SUSPIRA NERVIOSO) Hágalo amo, por Dios se lo pido, hágalo. Agárralo, que no se mueva, hijo. Sujétale fuerte. (GRUÑE DE DOLOR) Así. No te muevas. No te muevas. (GRUÑE DE DOLOR) ¡No te muevas! Que no se mueva. Ya casi está. (DOLORIDO) ¡Oh! Ya casi está, Sátur. ¡Ya, la tengo! ¡Ya está, Sátur! ¡Ya está Sátur! (CONTENTO) ¡Ya está! ¡Ya está, Sátur! (TOSE) ¡Sátur! (TOSE) ¡Chist! (INQUIETO) ¡Sátur! (LLORA DESCONSOLADO) ¡No, no, no! No quiero morir. ¡No quiero morir! ¡No quiero morir! (LLORA) No quiero morir. No quiero morir. Cipriano, yo no me puedo ir ahora. Si me muero, nunca podré enmendar las cosas que hice mal. ¡Yo necesito mucho más tiempo! Más tiempo para. Ver Pelicula A Golpes Online Gratis . Para dar las gracias y pedir todos los perdones que tengo que pedir. A ti el primero, Cipri. Perdóname, Cipriano. Te perdono, Sátur. (RESPIRA) Amo. Que he vuelto. (SORPRENDIDO) Estás vivo. ¡He estado en el cielo! (RÍE) ¿Qué dices, Sátur? He estado en todo lo alto, y había como neblina, ¡y se me ha aparecido el Cipriano! (LLORA) Sátur, no te muevas. Hay que coserte la herida. ¿Que has estado en el cielo? ¿Y con Cipri? Y me ha perdonado, el Cipriano me ha perdonado, Alonso. ¿Y sabe una cosa que le digo, amo? El cielo se puede pisar y resiste. Discutiremos todo esto cuando estés bien. No te muevas. Si Dios me ha dejado volver, amo, es porque el final de todo esto va a ser apoteósico. ¡Va a ser el mejor final de la historia, ya verá! (LLORA DE ALEGRÍA) NODRIZA: Vamos. (SE AHOGA) (Puerta de pasadizo) (Pasos) CARDENAL: ¿Cómo se encuentra su graciosa Majestad? Bendita inocencia. Todavía no sabe el suplicio que le aguarda. Le espera una vida llena de sufrimiento sólo por ser quién es. -¿Recuerdos de la infancia, comisario? Desde el principio de los tiempos, la vida de los reyes se ha visto sujeta a una ley simple: la victoria de unos supone la desgracia de los otros. Hay que procurar elegir el bando correcto. (Pájaros) (RECUERDA) 'No tengas miedo, confía en mi.' 'No pretendía asustarte. No tengas miedo.' 'Cuando te he visto enfrentarte a esos guardias no parecías un simple maestro.' Si no te conocierá pensaría que eres el Águila Roja. Gonzalo es el Águila Roja. ¿Cómo no me di cuenta? (Relincho) -¡So! Te presentaría mis respetos pero no tengo un buen día. Estoy buscando a alguien y tú puedes ayudarme. -Pues si usted no tiene un buen día, peor lo tengo yo. -Busco a Gonzalo de Montalvo. Tú eras su prometida. ¿Sabes dónde está? -Pues no, pero aunque lo supiera no se lo iba a decir. Nunca he sabido muy bien en qué bando está usted. -Eso es fácil de contestar: el mío. Es muy importante que hable con él. -Hoy he descubierto que el hombre que quise es el héroe del pueblo. El Águila Roja. Así que no me fío mucho de nadie. Y menos de usted. -Pues te estás equivocando. Porque soy el único amigo que le queda. -El rey va camino del palacio. Esta misma noche nos haremos con el trono. Una relación de aliados se basa en la confianza. ¿Cuándo pretendía contarme que querían asesinar a mi esposa? Debemos tratar ese asunto. -La reina será francesa. Si no acepta, retiraré nuestro apoyo y usted nunca conseguirá la corona. La Marquesa de Santillana debe morir. Igual deberíamos aprovechar la oscuridad para huir, ¿no? Sé que corremos mucho peligro y no sabemos cuándo volverá pero si me voy no la volveré a ver y nunca conoceré a mi hijo. ¡Me cago en los dilemas sin solución! ¿Por qué no será todo más fácil? Agua o vino, hambre o comida, amor o soledad. Por primera vez, no. No sé qué hacer. Usted ya sabe que siempre tengo un consejo, pero esta vez. Mi lado romántico le pide que se quede, pero es que mi lado superviviente pide que nos vayamos de aquí echando leches. Nos vamos, Sátur. Va a ser mucho mejor. (SE LEVANTA) Voy a avisar al chico. Después de matarme le han bajado los nervios y se ha quedado frito. Llévesela de recuerdo, para sus momentos de soledad. (TOSE) Gonzalo. (CONFUNDIDA) ¿Estáis bien? Claro, el Águila Roja siempre se salva, ¿verdad? Siento no habértelo dicho. No es lo único que me ocultaste. Ni lo único de lo que me arrepiento. Te agradezco que hayas respetado lo que te dije, y no me buscaras. Sí que te busqué, Margarita. Nunca he dejado de hacerlo. Cada día, todos y cada uno de ellos. Desde que te fuiste, mi único objetivo ha sido volverte a ver. Margarita, sé. Conozco unos vecinos que crían caballos. Puedo conseguir uno para que escapéis lo antes posible. (Disparo) ¡Iá! Por favor, por favor. ¡Yo no he hecho nada! Canal Infinito En Vivo Por Internet Gratis Más. (INTENTA HABLAR) ¡No! (JADEA) ¿Por qué has tardado tanto, Hernán? Casi me matan. No vas a ser reina. Los franceses no ceden. Y yo no voy a renunciar al trono. ¡Me has traicionado! Te he traicionado. No serás reina, pero a cambio salvarás la vida. ¡Por favor Hernán, no me hagas esto! ¡No me apartes ahora! No puedo hacer nada más por ti. No podrás volver nunca. ¡Ayúdame por favor, por favor, por favor! ¡Quiero ser reina! ¡Quiero ser reina! (HABLA EN FRANCÉS) El bebé. El bebé era su mejor baza, y ni se lo ha mentado a la señora. Margarita no me ha perdonado, Sátur. Tenía la esperanza de que al verla, algo cambiase, pero. ¿Y si la rapta? Eso sería romántico. Eso no es romántico. Pero así por lo menos tendría muchas horas para explicarle bien las cosas. (Relincho) Hay alguien fuera. (Pasos) ¿Qué haces aquí? La iban a fundir. Pensé que un objeto que simboliza tanto no podía acabar así. Supongo que piensas marcharte. Antes del alba. Pues antes de empezar una nueva vida, tengo algo que decirte. Si vas a volver a pedirme que sea Rey. Voy a hacer algo que nunca he hecho. Voy a pedir perdón. ¿Y por qué deberías pedir perdón? Porque te mentí. Porque he traicionado uno de mis principios. Y porque creo que toda injusticia debe tener un castigo. ¿De qué hablas? Quiero que sepas la verdad sobre Felipe IV. Y sobre quién ordenó la muerte de tu madre. Yo pagué al consejero que confesó que el Rey era inocente. Te alejé de la verdad. ¡No le escuche! ¡Amo, no le escuche por Dios! ¿Qué estás diciendo? Que tu padre es culpable. Que ordenó asesinar a Laura de Montignac. Si alguien hubiera hecho daño a uno de los míos, yo no descansaría hasta matarle. Creo que todos los hombres tienen derecho a vengarse. Y por mi culpa, tú no lo has hecho. ¿Tú lo sabías? No, amo, no lo haga. Amo, por Dios. (Relincho) Tengo frío. (ATERIDA) ¡Oh! -(RABIOSA) ¡Uh! ¿Cómo te cuento yo a ti todo esto? (CHASQUEA LA LENGUA) ¿Cómo te explico que tu padre de allí no sale? (Caballo) (DOLORIDO) ¡Hum! ¿Qué haces con ese hacha? (SUSPIRA ALIVIADO) ¿Ha traído los caballos? Quédese cuidando al chico. ¿Qué vas a hacer? ¿Dónde está Gonzalo? Apártese, señora. Estoy harta de secretos, Sátur, no saldrás de aquí hasta que no me cuentes qué pasa. El amo ha sufrido mucho. Mucho, durante mucho tiempo. Y lo ha hecho solo, porque no ha podido compartir su dolor con nadie. ¿Qué es lo que no podía compartir? Quién es su padre. Pero si su padre murió hace años. No me refiero a ese padre, me refiero a. (TOSE) Me refiero al padre verdadero, al que le dio la vida. Sátur, dímelo. El verdadero padre del amo es el Rey. Y ha ido a por él para matarlo. No puede ser. ¿Qué haces aquí? Cumplir con mi deber como fiel súbdita. -Les estaba esperando. ¡Soy el Rey de las Españas! ¡Felipe el Grande! ¡Y todavía no ha nacido quien pueda derrotarme! (Espada) -¿Cómo lo ha descubierto? ¿Qué has hecho? Por desgracia, no os he delatado, ni a ti ni al Cardenal Mendoza. Hubiera sido peligroso, sois personas demasiado cercanas a mí. No serás rey, pero a cambio conservas la vida. Si no es conmigo, ¡nada! ¡Es mi trono! (Relincho) (CON RABIA) ¡Uh! Estaba deseando saber quién estaba detrás de todo esto. Vengo a ocupar el lugar que me corresponde. ¡Este reino me pertenece! ¡A ti no te pertenece nada! ¡Póstrate ante el único Rey de estas tierras! ¡Ese es mi trono! -¿Cómo has osado ni siquiera intentarlo? Un ser indigno, sin grandeza, sin principios. Sin honra, ni honor. ¿Pretendes reinar? Tampoco eres digno de ese trono. (SOLDADOS GRITAN Y PELEAN) La última vez que nos vimos nos despedimos dándonos un abrazo. Entonces no sabía que estaba delante de un asesino. ¡Tuve que tomar una decisión! ¡Por el reino, por el pueblo! Antepuse todo eso a mi felicidad, a mi bienestar. ¿Tu bienestar? Mi madre vivió la peor de las vidas. ¡Y mientras tanto tú estabas rodeado de riquezas! La quise como nunca he querido a nadie. La quise de verdad. ¡Él nos arrebató todo! ¡A ti, a mí, a nuestra hermana! ¡Él nos arrebató la vida para la que nacimos! Si pudiera enmendar el error que. Sabías perfectamente lo que hacías. Mi madre luchó cada día para salir de ese encierro en el que fue perdiendo su vida. ¡Vi las marcas de sus uñas en las paredes! Y luego, cuando por fin logró salir. Hice lo que tenía que hacer, hijo. (CON RABIA) No soy tu hijo. ¡Yo no soy tu hijo! Soy el hijo de Laura de Montignac. Esta es su venganza. ¡Debes vengar a nuestra familia! (Gentío) JUEZ: De acuerdo a las normas y a las leyes de este Reino, habiendo cometido un atentado contra la Corona, el tribunal declara a Hernán Mejías y a Gonzalo de Montalvo culpables de alta traición. (PÚBLICO ABUCHEA) ¡Buh! (Gritos de ánimo) Amo. Estoy con usted. PÚBLICO: ¡Gonzalo! ¡Dios te bendiga! JUEZ: Así mismo, en nombre de Dios Nuestro Señor y con la aprobación de Su Majestad el Rey Felipe IV, se ordena ejecutar la sentencia de muerte que pesa sobre ellos, separando su cabeza del cuerpo. ¡Su Majestad el Rey! ¡No lo haga, Majestad! ¡Un hombre como él se merece honores y no que le ejecuten! ¡Un corazón tan noble no puede morir así, Majestad! ¡Gonzalo de Montalvo representa todo lo bueno y necesario de nuestro reino! ¡Usted lo sabe! ¡No lo mate, Majestad! -Majestad, me es muy grato anunciaros que vuestra esposa la Reina y el heredero han sido liberados. Yo mismo me aseguré de que están bien. PÚBLICO: ¡Perro! -¡Bien merecido lo tienes! ¡Todo es por tu culpa! ¡Todo esto es por tu culpa! ¡Va a morir por ti! ¡Por ti va a morir! (Redoble de tambores) (GRITOS) (Pistolas al suelo) ¡Que continúe la ejecución! ALONSO: ¡Padre! No, no, no, Alonso. Alonso ¿qué haces aquí? ¡Alonso no deberías estar aquí! Recuerda a tu padre cómo fue. (LLORA) -No pienso irme, Sátur. No pienso irme. -Majestad, hacéis lo correcto, ninguno de los dos debería haber nacido. Vuestro hijo Carlos os sucederá en el reino y gobernará las Españas. No se puede cambiar la historia. (Golpe contra las cadenas) (TODOS GRITAN) (Lucha del gentío) Amo. (Golpes de Gonzalo y Hernán) ¡Gonzalo! (SUSPIRA) Ven conmigo. No quiero una vida sin ti. He intentado olvidarte pero no puedo. (LLORA) Gonzalo, tengo que contarte algo. Estoy embarazada. (AMBOS RÍEN) Estamos esperando un hijo. Vamos a ser padres. (LA BESA) (BESA EL VIENTRE) (RÍE) (Pisadas y relincho de caballo) ¡Amo! ¡Amo, Dios mío, la que se ha liado! El Comisario también se ha escapado. ¡Y se ha llevado a media guardia por delante! Tenemos que irnos, Sátur. Señora, aquí nos separamos. Siempre la voy a recordar como hoy. Montada a caballo, salvadora. Me voy con vosotros, Sátur. Que nos vamos, Sátur. Todos juntos. ¡Que nos vamos todos juntos! (RÍE) ¡Ay, gracias a Dios! ¡Gracias, Dios mío! ¡Lo sabía, sabía que esto terminaría bien! ¡Que el amor triunfaría! Lo sabía desde que puse los pies en su casa, amo. Lo sé, tenemos que irnos. Watch Free Movies Online Johnny English Reborn . ¡Yo no me quedo tranquilo hasta que no venga un párroco! No, no, que ya van dos amagos. ¡Así que, antes de darnos a la fuga, tiene que haber boda! (RIENDO) ¿Eh, Alonsillo? (RÍE) Perdón. ¿A qué has venido? (RESPIRA CON DIFICULTAD) Así acaban los que intentan matarme. (RESPIRA AGONIZANDO) Mucho me temo que nunca escuchará el 'Habemus Papam', Eminencia. (SE AHOGA) ¡Ah! (Disparo) (ALIVIADA) ¡Ah! ¿Qué haces aquí? No podía irme sin darme esta satisfacción. ¡Deberías estar huyendo! Tienes razón. Adiós, Lucrecia. Adiós, Hernán. Eres lo peor que me ha pasado en esta vida. Vas a vivir una vida de miseria, sin lujos, una existencia de proscrito. Al menos me libraré de ti. Te odio tanto que me voy contigo. Te odio tanto que dejo que vengas. CURA: Margarita Hernando, ¿quieres a Gonzalo de Montalvo como legítimo esposo? -Gonzalo de Montalvo, ¿quieres a Margarita Hernando como legítima esposa? Para siempre. CURA: Yo os declaro entonces marido y mujer. 'In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. ¡Olé, olé y olé! (Disparo) (RÍEN) (MARGARITA RÍE) 'Pasan los días, pasan los meses, pasan los años, pasan las vidas. Pero hay algo que siempre está ahí cuando uno se atreve a mirarlo de cara: el mal. Guerras, torturas, asesinatos. Se repiten una y otra vez con una única constante: el hombre. Y sí, claro que sí, somos culpables, pues todas son creaciones nuestras. Pero igual que hay miserables que las fomentan, también hay quienes conocen la importancia de combatirlas y no rendirse nunca, de luchar siempre por un futuro mejor. Esas son las personas que a su paso dejan mucho más que recuerdos, mucho más que enseñanzas de vida. Son personas que dejan un legado. (Relincho) El hijo de Gonzalo de Montalvo y Margarita supo recoger el que le dejaron. El legado del Águila Roja. Un legado para la eternidad.' Porque si algo he aprendido en estos años es que todas las épocas necesitan un héroe. T9 - Capítulo 116 T9 - Capítulo 116 •. Margarita regresa a la villa y descubre que Gonzalo es Águila Roja. Aunque impactada por la noticia, comprenderá muchas de las cosas que han pasado. En su empeño por encontrar al amor de su vida, se enfrentará a la Marquesa. Lucrecia descubrirá entonces que Margarita espera un hijo de Gonzalo. Gonzalo y Sátur consiguen huir de prisión. Cuando se disponen a salir de villa, Malasangre le cuenta a Gonzalo que su padre, el Rey, ordenó el encierro de por vida de su madre, Laura de Montignac. Loco de ira, Gonzalo decide vengarse. En el palacio Real todo está preparado para derrocar a Felipe IV. La Marquesa sabe que los franceses quieren matarla y exige ayuda al Comisario. Hernán es consciente de que eso supondría tener que renunciar al trono, un precio demasiado alto que quizá no esté dispuesto a pagar. (LEE) 'Madre, tu cuerpo descansa aquí, pero sé que me acompañarás cada día, como siempre. Desconozco por que te condenaron y te arrancaron lo que más querías. Pagarán los que te han hecho esto. (RECUERDA) 'Madre. (RECUERDA) '¿Quién la mató? Fue su hermano, el comisario'. (SUSPIRA) ¿Dónde estás, Nuño? Ver Senora Acero 2 Capitulos Completos Gratis en esta página. En la caza, no. ¿Ha pasado algo con Jacobo? Está todo bien. ¿Un asunto de faldas? ¿Has conocido a alguien? ¿Por qué iba a ser una mujer? Estás en la edad y eres tan transparente como tu madre. (Disparo) Le di. Voy a por ella. (Relincho) Voy a matarte. (Relincho) (Música de acción) (ARREA AL CABALLO) Cerradla. (GRITA) ¡Nooo! (Música de cabecera) (GRITA) ¿Hay alguien ahí? (GRITA) ¿Me oye alguien? (SUSPIRA) Pero ¿qué he hecho para que todo me salga mal? Vamos a tranquilizarnos, que el amo verá la carta y vendrá a rescatarme. ¿Y si no la ve? ¿Y si no ve la carta? Dios mío, sabes que soy un buen cristiano, de misa diaria. Nunca te he pedido nada, pero tienes que ayudarme a salir de aquí. (SUSPIRA) Que sí, ya sé que es mucho pedir, pero si hace falta predico como San Juan, en el desierto. Haré lo que me pidas si me ayudas. (Golpes suaves) (GEMIDO DE ESFUERZO) Agua, agua. (BEBE SEDIENTO) No es como lo de los panes y los peces, pero no te juzgaré. (RÍE) (Estrépito metálico) Los bocaditos de Alonso. (JADEA) ¿Y esto qué es? (JADEA) (GIME DE ESFUERZO) (Chirrido) (Tintineo) Que tiemblen las paredes no. -¿Qué hacéis paradas? Venga, que es para hoy. Señora, ¿no sería mejor que la untásemos con aceite? Aceite, aceite. El aceite, para las sartenes. Este barro lo he hecho traer desde el mar Muerto. -¿De dónde?, perdone. -Un libro que leemos los cultos dice que Cleopatra era tan aficionada a estos barros, que le pidió a su marido que conquistara el mar Muerto para darse los barros. Y también dice que antes de los barros era un adefesio. -Eso eran leyendas. -Bueno, bueno. Cuando el río suena, agua lleva. -¿Van a querer también por delante? Para poner a calentar el otro barreño. -¿Los esclavos le preguntaban a Cleopatra si quería que la untaran por todo? -Señorito Nuño. Está muy cerca del corazón. Señor, díganos qué hacemos. Debo arrancar la flecha. Está en un sitio peligroso y no es fácil arrancarla. Podría desangrarse. Tú qué sabrás. Sé de lo que hablo. Llama a un médico. Fuera de mi casa. Gonzalo, Gonzalo. ¡No lo hagas! ¡No lo hagas! Señor comisario, quizá tenga razón. Señor, por Dios. (GIME DE ESFUERZO) (GIME) ¡Oh! Se desangra, se desangra. (LLORA) ¡Se desangra! (LLORA) ¡Nuño! Catalina, ¿adónde vas? -Tengo que salir. (Estrépito) 'Padre nuestro, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad.' (Chorro de agua) Gracias, Señor. (Temblor) Oh, por Dios. (RESOPLA) Ayúdame. Ayúdame, por favor. (Música dramática) -Señora. Margarita, ¿qué haces aquí? Me has seguido. No puedes estar aquí. No me iré hasta que me digas qué ocurre. Que te vayas. Llamabas a la marquesa. La señora me hizo jurar con mi vida que no se lo contaría a nadie. Si se entera, nos mata a las dos. ¿Por qué nos va a matar? Catalina, puedes confiar en mí. La marquesa no ha estado de viaje. Ha estado encerrada aquí estos meses. Porque estaba embarazada. No quería que se armara un escándalo. A la marquesa hace tiempo que no le importan los escándalos. ¿Quieres decirme lo que pasa? No es un padre normal. Entonces, ¿dónde está la marquesa? La última vez que la vi estaba recién parida. No se podía mover apenas. (SÁTUR) 'Amo, daría mis piernas por poder devolverle a su madre, qué más quisiera yo. Pero es imposible. La vida es así. Te da un puñetazo en el estómago cuando no lo esperas. El dinero no le hará olvidar, pero las penas con pan se llevan mejor. Traeré el tesoro para que lo disfrutemos. Usted se lo merece. (Estrépito) Sátur, ¿estás ahí? Gracias a Dios que ha venido. Sáqueme antes de que se junten. ¿Juntarse el qué? (GRITA) ¡Las paredes, amo! Se están estrechando. Sátur, cálmate. ¡Si se me echan las paredes encima! ¿Ve la cruz templaria del suelo? ¿Y el ámbar que está al lado? El pedrusco es lo que abre la puerta. (GRITA) ¿Por qué tarda tanto? No puede ser tan difícil. Poner piedra, quitar piedra. ¿Cuánto tiempo nos queda? (GRITA) (EL COCHERO ARREA LOS CABALLOS) So. Os agradezco que accedierais a encontraros conmigo con tanta premura. No fue fácil haceros llegar la misiva. (AMORDAZADA) Socorro. (ARREA LOS CABALLOS) -¡Amo! Por Dios, dese prisa. Te sacaré de aquí. (GRITA) Amo, dese prisa. O en lugar de escudero va a tener una loncha. Apártate todo lo que puedas. Si casi no puedo moverme. (GRITA) ¡Amo! (Explosión) ¿Qué ha sido eso? ¿Sátur, me oyes? Por favor, Dios mío. Apiádate de mí y sácame de esto. (GIME) (GIME) (JADEA) (ALTERADA) ¿Dónde estoy? En el manicomio del Sagrado Corazón. ¿Quién es usted? Soy el director de esta institución. ¿Por qué me han traído aquí? Para responder a unas preguntas. Súelteme ahora mismo. No le responderé nada. Soy la marquesa de Santillana. Eso ya lo sabemos. ¿Dónde está el bebé? La hemos examinado y sabemos que acaba de dar a luz. ¿Dónde está el bebé? Se equivoca, no tengo ningún bebé. No hay ningún error. Tal vez solo necesite que le ayudemos a recordar. ¿Qué me va a hacer? Les he dicho la verdad. ¡He dicho la verdad! (GRITA) ¿Dónde está el recién nacido? (SE ASFIXIA) No hay. No hay ningún recién nacido. Deberíamos avisar al comisario. ¿Cómo debo decirte que esto no lo puede saber nadie? El comisario y sus hombres la encontrarían. Si la marquesa se entera de que he hablado, me mata. A mí y a mi hijo. Ponle bien la cabeza. ¿Necesita algo más, señor? Con permiso, gracias. ¿Se pondrá bien? Es difícil decirlo. Debemos encomendarnos al señor. No soy una de las beatas a las que atiende. ¿Se recuperará? No se lo puedo asegurar. ¿Cómo que no puede? La herida tiene evidencias de gangrena. Si no la paramos a tiempo. Sé lo que es una gangrena. Está avanzando hacia el hombro. Solo conozco una manera de pararla. Amputar el brazo. Yo también pensaba que no lo contaba. ¿Cómo has salido de ahí? Ayúdeme a sentarme. Este asunto me ha dejado el cuerpo un poco descompuesto. (TOSE) Sátur, ¿qué ha pasado? Sé que lo hemos debatido cientos de veces. Pero yo no encuentro otra explicación que el milagro. Que el milagro. (RECUERDA) 'Apiádate de mí y sácame de esto, Dios mío'. (Música litúrgica) Hace unos minutos me he despertado en mitad del bosque, sin saber dónde estaba y con un mareo, que ni le cuento. ¿Le viste la cara a ese hombre? Lo único que vi fue un resplandor. Dirá que era un hombre, pero era un serafín enviado de Dios. No hay otra explicación. La única explicación es que había otro acceso. Quien te sacó de ahí lo conocía. Esa cueva era de piedra maciza. No había forma de entrar ni salir. Lo importante es que estés bien. Sí, si bien estoy. (GIME DE ESFUERZO) También le digo una cosa. No ha sido gracias a usted. Con todos los respetos ha perdido velocidad en el rescate. Le dejé la carta bien visible. Pero ni por esas. Tengo un agujero en el estómago, que ni el cañón de río Lobos. He guardado unos bocaditos, si le apetecen. El instinto de los pobres. Me la guardé sin darme cuenta. ¿Cuánto nos pueden dar por esto? Voy a comer carne, que no dejaré ni vacas en la villa. -Esos escarpines no son de reina. El cardenal Mendoza solicita veros. -Lamento importunaros a estas horas. -Dije que la marquesa estaría encerrada antes de media tarde. ¿Por qué habríais de dudar? -¿Dijo por qué escribió a mi marido? (LEE) 'Majestad, necesito veros con urgencia lejos de palacio. Debo comunicaros algo de vital importancia, que podría afectar el futuro de los Austrias. Lucrecia de Guzmán, marquesa de Santillana'. -¿Qué era ese asunto tan urgente que debían tratar? -Majestad, hay algo que debéis saber. La marquesa de Santillana acaba de dar a luz. -Es hijo del rey. (ALTERADA) -Esa mujer ha frecuentado la cama de mi marido más que yo. Ha estado ausente más de medio año. Y ahora quiere comunicar algo vital para el futuro de los Austrias. -Lo averiguaremos, podéis creerme. -¿Ha sido varón o hembra? -Lo desconozco, majestad. -Si es un varón, el rey podría reconocerlo. El rey tiene en gran estima a la marquesa. -Eso no puede ocurrir, eminencia. No con el heredero enfermo. Averigüe de inmediato dónde está ese bebé. -Descuide, la marquesa está en las mejores manos. No tardará en confesar. -No permitiré que esa ramera suba a un bastardo al trono. -¿Cuál es la parte del plan que no ve? Mire, con lo que nos den por la lanza, compramos pólvora para volar la Armada Invencible y reventamos la cueva. Es tan lógico que debe ser bueno. Llevas con la misma canción desde que hemos salido. Pero ¿cómo voy a olvidarlo? No ha visto todo lo que hay ahí. No se puede quedar enterrado otros miles de años. Eso es inmoral. Ya me has oído. Una cosa que no me ha quedado clara. Sabemos que allí hay oro para vivir como dioses toda la vida y su plan es dejarlo ahí, como si nada. Has estado a punto de morir en esa cueva. ¿No te cansas nunca? Era porque he ido solo. No me ha explicado qué infortunio le ha ocurrido para tardar tanto en rescatarme. He ido a visitar a Nuño. Quería saber cómo estaba. ¿Ha cogido algún mal el chiquillo? Le he disparado. Fue un error. Pretendía matar al comisario. Que iba a hacerlo. La madre que me parió. Pero ¡ve cómo no puedo dejarle solo! Sin mí, usted no razona. Debí haberlo hecho hace tiempo. Al saber que mató a Cristina. ¿Por qué no lo hizo? ¿Por qué decidió no hacerlo? ¡Porque es su hermano! (LO RECALCA) ¡Su hermano! Sangre de su sangre. Aunque lo sea, merece morir. Lo mataría sin dudar. Pero usted no, es mucho mejor que yo. Si usted le mata, no descansará en la vida. En su puñetera vida. ¿Qué te pasa en el labio? Nada, ¿qué ocurre? Dicen que alguien disparó a Nuño. Dicen que tiene gangrena y le cortarán el brazo. -Lo que faltaba. ¿Esto ni es oro ni es nada? Manda huevos, con la de cosas que había allí y cojo un adorno. ¿Qué cojones te has traído a casa? -¿Cómo te encuentras? (SONRÍE) Ha sido solo un susto. (GIME DE DOLOR) ¿Ha dicho el médico cuando podré cazar? Irene, ¿qué ocurre? ¿Qué ocurre, comisario? Irene, ¿qué pasa, por favor? (ALTERADO) Decidme qué pasa. (GRITA) ¿Me lo decís o no? La herida se te gangrena. Si no te amputan el brazo ya, podrías morir. No puede ser. No puede ser, estoy bien. Mírame, estoy bien. No puede ser, pero si. (SOLLOZA) ¡No, no, no! (SOLLOZA) Yo no puedo vivir sin brazo. (LLORA AFLIGIDO) ¡Seré un inútil! Seguirás con vida. Sin brazo no tengo vida. Prefiero estar muerto. Yo no te quiero muerto. ¡No puede ser! (LLORA) -Uy, perdona. Si es tu alcoba. Pensé que era la despensa. Ay, no termino de hacerme a este palacio. Qué lástima, un chico tan joven y tan. Pero no te preocupes. Aunque seas un tullido, tu hermano no te dejará en la calle. Debe ser doloroso saber que no podrás hacer nunca carrera militar. Ni un buen casorio. Pero, mira, quién te dice que no descubres una nueva vocación. Mira los castratis. No merece la pena sufrir por las cosas inevitables. Si han tomado esta decisión, será porque no hay alternativa, ¿no? Ya sabemos cómo son los médicos. Esos, por no arriesgarse, cortan por lo sano. -Ayúdeme, por favor. (JADEA) (JADEA) Solemos poner hielo en el agua, un detalle sencillo que devuelve la cordura a cualquiera. ¿Dónde está el bebé? (TOSE) (JADEA) (JADEA) ¿Dónde está el bebé? (TOSE) (TOSE) ¡No! (GRITA) ¡Hablaré! (SOLLOZA) (SOLLOZA) Murió. ¿El bebé murió? Estaba muy débil y no sobrevivió. ¿Quién era el padre? ¿Era hijo de su majestad el rey? ¿Dónde está el cadáver? ¿Dónde lo enterró? Quemé a mi bebé. ¿Y la carta que le envió al rey? En ella le dijo que tenía algo muy importante que comunicarle. La escribí antes de que el bebé muriera. Bueno, podría ser así. También podría no serlo. Veamos si has sido sincera. Traed el cubo. He dicho la verdad. Al contacto con la piel producen un dolor extremo. Unas criaturas maravillosas. (GIME) (GIME) (SOLLOZA) (JADEA) (GIME) (Descarga eléctrica) (GRITA) No sabes qué es que te amputen algo. A un primo mío le cortaron un pie y no he oído gritos así en mi vida. -Catalina trae hierbas para el dolor. -A mi primo también le dieron hierbas. No sirven para nada. Hasta conseguir cortar el hueso, ¿sabes lo que se tarda y cómo sangra? Bueno, Marta, ya está. Y, encima, la marquesa de viaje. -Mi madre ha ido a ver a una vecina al manicomio, y una loca gritaba que era la marquesa de Santillana. Mi vecina cree que es Juana la Loca y que por eso la encerraron. Sí, voy a comprar telas para hacer paños. No será suficiente. Vuelvo enseguida. Ya esta listo todo. ¿Necesita algo más? Ayuda al doctor a preparar el material. No hace falta amputarle el brazo. Se puede evitar la gangrena. Qué sabes tú de medicina. Vete o tú perderás un brazo. ¿Lo has encontrado? He traído lo que me ha pedido. No sabe dónde me he metido para conseguirlos. Espero que basten. ¿Es este tu remedio? ¿Te estás riendo de mí? Las larvas de mosca se comen la carne muerta. Podría salvarle el brazo. Sal de aquí ahora. Señor comisario. Señor, es Nuño. Ha desaparecido. No está en su alcoba. (Música de intriga) (Gritos) (CANTA) 'Ay María, con cinco días de gato, si no me traes.' (ALTERADA) ¡Déjame! (Gritos) (CHISTA) -No suelen tener muchas visitas, y menos a estas horas. -¡No, no, no! -¿Ve a su hermana? Es un poco difícil, la verdad. Estos perros son todos iguales. (Gritos ahogados) (Náuseas) (Gemidos) ¿Qué pasa ahí al fondo? (Gritos ahogados) (Alboroto) Quédese aquí. (Gemidos) (Golpe) (EL GUARDA GIME) (Chillidos) No, no, no. Por favor, no me toque. Por favor, no me toque. Socorro, por favor. ¡Sáquenme de aquí! (GRITA) ¡Socorro! (Golpes) (CHILLA) (GIME) Gracias. Que yo solo he venido de visita. Yo solo he venido de visita. No estoy loca. No estoy loca. No estoy loca. No estoy loca. No estoy loca. No estoy loca. Sáqueme de aquí. Sáqueme de aquí. (GRITA) ¡Sáqueme de aquí! (GRITA) ¡Sáqueme de aquí! -Amo, por Dios, descanse un poco. Llevamos toda la noche buscando. La bestia cabalga con los muñones. No podemos parar. Debemos encontrar a Nuño. Sabe que no soy de perder la esperanza con facilidad. Pero podría estar en cualquier parte. Es como buscar un piojo en una cochiquera. No puede estar muy lejos. Lo dice usted. A mí quieren serrarme el brazo y llego a Finisterre en medio día. En su estado no puede cabalgar con facilidad. Debe estar cerca de la villa. Hemos recorrido esta zona. Hay que ampliar la búsqueda. Ampliemos, pero deje que me aclare. Esto de aquí es el palacio de la marquesa, ¿no? Sátur, esto es el Real Alcázar. ¿Está seguro? Me parece pequeño para ser el alcázar. (Voces lejanas) Es la voz de un niño. (Voces lejanas) ¿Estos desgraciados qué han organizado? -Me he clavado algo. (GIME) -Hay algo. -Amo, no parece grave, pero debería acercarme. (NIÑO) Un clavo. ¿Qué hacéis aquí? ¿Qué te ha pasado? -Buscamos a Nuño. -¿Qué haces aquí? El que pregunta soy yo. Venga, id tirando para la casa. Ya lo cojo yo. Venga, agárrate a mí. Arriba, vamos. ¡Venga para la casa! A Nuño, dice. -Vuestra madre superiora es responsable de auténticas delicias. (Caballos galopando) (Relincho) Rápido, salid por esa puerta. (DA UNA PALMADA) -Eminencia, ha llegado una comitiva del Vaticano. -Lo sé, lo sé. Centrado, centrado. -Está perfecto. (Se abre la puerta) -Cardenal Mendoza. Decidme, ¿en qué puedo ayudaros? -Soy monseñor Adrián Vega. -Bienvenido a mi humilde morada. He instalado a mis colaboradores en el ala norte de su residencia. Espero que no sea inconveniente. -No entiendo. ¿Por qué os han hecho venir aquí? -Debo hacer una investigación vital para el catolicismo. -¿Sobre qué versa la investigación? No puedo darle esa información. -¿Con quién creéis que habláis? Soy el cardenal Francisco de Mendoza y Balboa. Exijo que me expliquéis por qué estáis aquí. (Música inquietante) -¿Ha regresado ya su esposo? No se preocupe, lo encontrarán a tiempo. -Prepara mi ropa de montar. Voy a ir a buscarlo. -¿Se sabe algo de Nuño? -No gastes saliva con ella. Es una pan sin sal. Qué cantidad de comida se tira en este palacio. (SUSPIRA) (MASTICANDO) ¿Sabes qué te digo? Que hoy me he levantado con cuerpo de cacería. -No sé si es apropiado, Nuño no ha aparecido. -No aparecerá. -¿Por qué no? -Está escondido en Torre Laguna, cerca del río. -¿Cómo que escondido? -Le dije que esperara allí. Que enviaría a alguien para ayudarle a salir de la comarca. -¿Le ayudó a escapar? -Lo pedía a gritos. Por una vez he hecho caso a sus peticiones. Salvo por un detalle. Que nadie irá a ayudarle, claro. -¿Le dejará morir? ¿Qué piensa conseguir con eso? -¿Qué pienso? (ALTERADA) ¿Que qué pienso? Jacobo, ¿desde cuándo sientes afecto por ese consentido? -Voy a buscarle. -Porque estoy harto. ¿Por qué peleamos, si ya lo tenemos todo? -Jacobo, hijo. Le hemos quitado sus tierras, sus títulos, su palacio. ¿No ves que tarde o temprano intentarán recuperarlo? -Pues nos defenderemos, ser noble es algo más que un título. (GRITA) (GRITA) (SOLLOZA) Está en su mano acabar con esto. (GRITA) Solo debe responder con sinceridad. ¿Dónde está el bebé? (JADEA) ¡Murió! ¿Por qué una madre quemaría a su bebé pudiéndolo enterrar? (JADEA) Tenía que hacer desaparecer el cadáver. Nadie sabía que era hijo del rey. ¿Por qué tanta precaución? No podía arriesgarme. (Descarga eléctrica) ¡Cerrad esa puerta! ¡Que nadie entre! -¿Trata así a su reina? -Dejadnos solos. ¿Dónde está ese bebé? -Está muerto. -Quiero ver el cadáver. -¿Cómo sabe que no miente? -Si ese niño estuviera vivo, os aseguro que nos lo habría dicho. -No sabe lo que una madre puede soportar por proteger a un hijo. -Majestad, si lo desea, podemos someterla a otro tormento. Soltadla y hacedla seguir. Si el bebé está vivo, nos llevará a él. -Cuántas veces os tengo dicho, que al campo se va con ropa de abrigo y calzado cómodo. Si uno no tiene las dos cosas, pues no va. -Ya, pero era una emergencia. -Qué emergencia ni qué leches. ¿No ves que con esto vas segando los hierbajos con las uñas? Te salía el pie por fuera. ¿Por qué no llevabas otros zapatos? -No tiene más. -Ponte estos, ponte los míos. Total, estos no los uso. Les ponemos un poco de paño y no parecen ni prestados. -Ahora que está curado, podemos volver ya, ¿no? -¿Volver a dónde? -A buscar a Nuño. -¿A buscar a Nuño dices? -¿Por qué no? -¡Con una gangrena al día ya tenemos suficiente! -¿Me cortarán el pie? -Que no, hijo. ¿Qué te pasa con Nuño? ¿No decíais que no erais amigos? -Sí, pero nadie merece morir así. Ni siquiera él. -Ahora, por salvarle el brazo a Nuño, a Gabi le cortaremos el pie. -No quiero que me lo corten. -Era un decir. Nadie te lo cortará. -Él se queda y voy yo. -¡De aquí no se mueve nadie! Yo sí, pero vosotros, no. Aquí quietos, como dos cactus. De buscar a Nuño nos encargamos los mayores. -No me cortarán el pie, ¿no? -De verdad os digo que ser padre no está pagado. (NUÑO JADEA) (RESPIRA) (RESPIRA) (Relincho) (GRITA) (RESPIRA) (JADEA) Era mentira. -Nuño, no sabía nada. -Ibais a dejarme morir. He venido a ayudar. He venido a ayudarte. Voy a llevarte a casa. (NUÑO GIME DE DOLOR) ¿Cómo sabías que estaba aquí? ¿Cómo lo sabías? LLeváoslo y acabad con su vida. Solo venía a ayudar, lo juro. No, por favor. (GRITA) Solo venía a ayudar. Por favor, tenéis que creerme. Solo venía a ayudar. (Murmullos) (Gritos) -Vosotros, ¿qué hacéis así? ¿Por qué no os habéis cambiado? Perdone, perdone. No debería estar aquí, ha habido un error. No estoy loca. No estoy loca. Por favor, sáqueme de aquí. Desnúdate y ponte el chaleco. Por favor, escúcheme. Debe avisar a Gonzalo de Montalvo, el maestro. Se lo explicará todo. Por favor, sáqueme de aquí. No vuelvas a tocarme. Sáqueme de aquí, por favor. (GRITA) ¡Sáqueme de aquí! ¡Sáqueme de aquí! (MURMURA) (Murmullos) -¿Estáis todos? -Es la Virgen María. La Virgen María está aquí. -¿A dónde crees que ibas? ¡A la sala de castigo! ¡No, por favor, no! (GRITA) ¡Soltadme! (Música de cámara) Señora, ha vuelto. -Señora, señora. Sin ánimo de ofender, su chico le ha salido muy cabezón. Que por sus santos tenía que venir al bosque. ¿Seguro que no volverán? Menos en cantonés, se lo he prohibido de todas formas. Casi les escondo los zapatos. Me fío menos de ellos que de un nublado. Con la ojeriza que le tiene Alonso a Nuño, la ofuscación que le ha entrado para encontrarle. Mi hijo es mejor que yo. ¿Ha encontrado algo? Sangre, y es reciente. Tampoco se ponga en lo peor. Que la sangre, es sangre en sí misma. Puede ser de cualquiera. Aquí hay huellas. A lo mejor eso significa que. Que han venido a rescatarle y lo han salvado. -(HOMBRE GRITA) ¡No! ¡Por favor, no lo hagáis! ¿Has oído eso? -¿Qué estáis haciendo? -Mi caballo te arrancará las piernas. -No, no, no, por favor. Os contrataré como guardia personal. ¿Cuánto os paga el comisario? Os pago el doble. ¡No, por favor! ¡No lo hagáis! ¡Solo venía a ayudar! (GRITA) ¡Aaah! (GRITA) (GRITA) (GRITA) (Filo de espada) -¡Vamos, en pie! Acabad con él. (Música de acción) -No me haga nada. No me haga daño, por favor. ¡No me haga daño! (Filo de espada) -¿Madre? Madre, ¿eres tú? (SORBE) Madre, por favor. Madre, no dejes que me hagan esto, por favor. -Bébase esto. Le ayudará a soportar el dolor. (NUÑO JADEA NERVIOSAMENTE) ¿No hay otra solución? Esperar y ver si sobrevive. ¿Quieres arriesgarte? No beberé eso. -Le recomiendo que salga, esto no será agradable. (SOLLOZA) -Madre, por favor. Tú me conoces. Me conoces y sabes que no puedo vivir así. Te lo suplico. Te lo suplico, no puedo vivir así. No puedo vivir así, por favor. (GRITA) ¡Por favor, madre! ¡Se lo suplico, por favor! (GRITA) ¡No lo haga! Pero, señora, no podemos. No le necesitamos. ¿Queréis matarle? Si puedo evitar que mi hijo pierda el brazo, correré el riesgo. Estás loca, Lucrecia. Prefieres que muera. Le di a luz para que fuera feliz. No quiero que pase su vida deseando haber muerto. Sacad a esta gentuza de mi casa. (Filo de cuchillo) (GIME) -Madre, madre. (Se cierra la puerta) -Amo, traigo noticias del palacio de Santillana. La marquesa ha vuelto y le ha cortado el cuello a la otra marquesa. Lo importante es que a Nuño no le sierran el brazo. Le darán una oportunidad a sus gusanos. (SUSPIRA) Espero que funcione el remedio. Que ha depositado una confianza en esos bichos. ¿Cómo se sabe cuándo quitar los gusanos? Si uno se descuida igual le roen hasta el tuétano. Las larvas comen tejido muerto. Ya, eso dice usted. Es raro que un gusano discrimine cuando empieza a comer. (CARRASPEA) ¿Qué son estos papeles? Estaban dentro de la lanza, que de oro, ni por el forro. ¿A quién se le ocurre meter papeles en blanco en una lanza? Digo yo que serán para limpiarse en caso de alivio mayor. Otra vez la tinta limón. Eso debe de ser como gallo en latín. Parece un árbol genealógico de los descendientes de Cristo. ¿Jesucristo Nuestro Señor? Del último pone cuándo nació, pero no cuándo murió. Según esto hay un descendiente de Cristo vivo. Sátur, ¿me estás oyendo? Y eso es imposible. ¿Me oye usted a mí? (Se cierra la puerta) (GIME) -Madre, no se muera, por favor. Madre, no se vaya. No se vaya, por favor. (ELLA GIME DE DOLOR) -No se vaya. (GRITA) ¡Médico! ¡Llamen a un médico, por favor! No grites, nadie vendrá a ayudarte. La ahorcarán por esto. Veo que no te han hablado de mí lo suficiente. Por favor, ayúdeme. Se está muriendo. Antes de esforzarme, quiero saber qué sacaré de esto. Quiero lo que es mío. Lo que me habéis quitado. No puede obligarnos. (IRÓNICA) Oh, mira a tu madre. Hago lo que quiero. En este documento renuncias a tus títulos y privilegios. Si firmas, haré que venga un médico. (GIME) No, no, no. -No puede obligarnos, usted no es nadie. ¡Guardias, guardias! ¡A mí la guardia! ¿A quién llamas, imbécil? Estás solo en este palacio. ¿Vas a firmar o llamo a un cura? (BALBUCEA) ¡No! Saldréis inmediatamente y jamás pisaréis este palacio. Tu mayor error fue subestimarme. (GIME) (Se cierra la puerta) (SÁTUR CARRASPEA) Sé lo que me dirás. Escúcheme usted a mí. Jesucristo no tuvo hijos. ¿Me entiende? (LO RECALCA) ¡No. Pero según el texto, el último descendiente de Cristo está vivo. Se va a leer usted la Biblia, desde el Génesis al Apocalipsis. Cuando se lo termine, hablamos usted y yo. (Se cierra la puerta) (Música inquietante) (Música más intensa) (Filo de espada) -Nuestras internas sirven para otro tipo de favores. -Si el problema es que no hay mujeres españolas en América, las habrá. Quiero mis mejores corsés, vestidos y postizos preparados. -Me presentaré a la elección de la más bella. Aquí llevan a las mujeres. Eso está lleno de Guardia Real. -La quiero para mí y la quiero perfecta. T6 - Capítulo 70 T6 - Capítulo 70 •. Águila Roja jura venganza ante la tumba de su madre y decide acabar con el Comisario. Los dos hermanos tendrán un nuevo enfrentamiento, pero esta vez será a muerte. Al mismo tiempo, Sátur permanece encerrado en la cueva junto a un fastuoso tesoro. Espera que Gonzalo encuentre la nota que le dejó, pero el tiempo corre y la vida de Sátur está en peligro. Mientras, un trágico accidente en Palacio hace más necesaria que nunca la presencia de Lucrecia. Catalina es la única que conoce el paradero de la marquesa, pero no está dispuesta a desvelarlo. Por otro lado, llega a la villa un misterioso personaje, un religioso enviado por el Vaticano para llevar a cabo una investigación secreta.
0 Comments
Leave a Reply. |
AuthorWrite something about yourself. No need to be fancy, just an overview. ArchivesCategories |